Era la convención de Leeds en Inglaterra y nuestros artistas Miguel y Samu viajaban juntos y como el arte fluye por sus venas, decidieron tatuarse. Debido a la debilidad que el pequeñín tiene con las abejas, decidió tatuarse una abeja con un ojo, y Miguel es más que dado a las texturas cuando de ellas hay que sacar el máximo provecho. La verdad es que no me cabía duda de que un tatuaje made in bohigues estaría a la altura de cualquier circunstancia. Dani Brazal.
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